Todas las marcas tienen en sus agendas marcado en rojo el próximo 2030. Ese es el año fijado para que los envases sean reciclables, reutilizables o compostables a escala mundial. Son muchas las empresas que ya están trabajando en ello, conscientes del impacto que sus productos tienen en el planeta, e incluso quieren lograr este objetivo en 2025.