Dos años después de la declaración de intenciones de Elon Musk de hacer de X el epicentro de la conversación global en internet y añadir nuevas funcionalidades y servicios a la plataforma, la promesa ha quedado diluida por algunos de los cambios aplicados. Uno de los más importantes fue la relajación de las normas de moderación de contenidos, algo que Musk impulsó para, según él, defender la libertad de expresión, pero que, para muchos detractores, ha terminado por convertir a Twitter (o X, como renombró a la plataforma) en un canal en el que parecen cobrar impulso mensajes de odio,…
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