No escuchar a los clientes ni analizar sus comportamientos de forma continua es una receta para el fracaso

Las empresas que no se adaptan a las expectativas, la evolución de los hábitos de los consumidores o que no monitorean constantemente sus necesidades están condenadas a perder relevancia en un mercado cada vez más competitivo. El impacto negativo de no hacerlo se ha hecho evidente a lo largo de la historia empresarial reciente, con casos emblemáticos de grandes marcas que no supieron interpretar las señales del mercado y terminaron pagando un alto precio.El caso de empresas y marcas como Kodak son uno de los ejemplos más icónicos. Durante años, la compañía fue sinónimo de fotografía, dominando el mercado de…

Fuente info
Autor: